Por más que lucharon por debajo del agua, llamaron, visitaron personalmente a los Calderonistas de cepa y obtuvieran promesas de adhesión al movimiento de Zavala, pocos personajes regionales de peso hicieron eco al llamado para una estampida coordinada.
No hubo la solidaridad o adhesión hacia Margarita que calculó su esposo, porque al final “ella no es Felipe”, como dijeron azules del Estado de México.
Ante esto, los Calderonistas cambiaron su estrategia y ahora buscarán dar la pelea desde adentro.
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Roberto Gil, por ejemplo, ahora dice “del PAN no me voy, a mí me sacan del partido en caja con los pies por delante”.
Igual Javier Lozano, otro calderonista puro, quien envía el mensaje de que no le dejarán la vía libre a Ricardo Anaya y que lucharán desde adentro para democratizar al PAN.
Esos 200,000 votos que han dicho le quitaría Margarita al PAN quizá solo existan en la imaginación, y ese 10% de la votación total que le vaticinó Ciro Gómez Leyva tal vez solo eran buenos deseos. |