En la campaña presidencial del 2000, Vicente Fox tuvo una tarde de perros cuando se vio tan mal parado al obcecarse y verse necio ante las cámaras por exigir un debate que era imposible. En ese entonces repitió una y otra vez “Hoy, hoy, hoy”.
Ese pudo ser su Waterloo, pero los publicistas de Chente pudieron darle la vuelta y en lugar de tratar de negar su pifia, se enfocaron en buscarle el lado positivo, y el Hoy, hoy, hoy, se convirtió en su mantra electoral que lo llevó al triunfo.
López Obrador pretende algo similar, pues luego de meter las patotas y esbozar la amnistía a los sicarios, ahora la quiere cambiar y está usando el mantra político “Becarios sí, sicarios no”.
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En su registro como precandidato este martes dio un adelanto de las propuestas que realizará en su campaña, y una de ellas fue precisamente las becas a los jóvenes estudiantes a quienes ofreció $3,600 mientras se capacitan.
Vaya que son buenos los políticos para camuflajear sus pifias. |