Es el caso de Juan Antonio Nemi Dib, alguien de quien incluso se duda que haya cometido los agravios de los que se le acusa y que de acuerdo con nuestras leyes sigue siendo inocente hasta que no se le demuestre lo contrario.
Duele ver que esto pase en Veracruz. Duele que ver Nemi Dib y su familia estén pasando por ese viacrucis y por ese dolor. Hoy se sabe que ha perdido la salud y amigos, aunque no todos. Aquí, pase lo que pase, se le seguirá considerando amigo y estamos en espera de que pronto recupere su salud y su libertad.
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