Quizá esos funcionarios y alcaldes desconocen que al final ellos podrían ser acusados por el delito de daño patrimonial y por ello no se preocupan.
En tiempos permitidos el SAT abrió sus puertas a la negociación, pero, por soberbia, en Veracruz las dejaron pasar con la idea de que el próximo gobernador Cuitláhuac García cargue con el muerto.
Y sí, él tendrá que pagar al final, pero los de ahora podrían ir a Pacho.
En el IPAX, por ejemplo, por no enterar 310 millones de pesos al SAT, les congelaron las cuentas bancarias. No fue a SEFIPLAN ni a Yunes Linares, fue al IPAX y el director del Instituto es el responsable.
Titulares de otras dependencias y alcaldes quisieron negociar con el SAT, pero fueron frenados desde SEFIPLAN con el cuento de que es una deuda de Duarte.
Si la ignorancia salva ellos estarán libres, pero como no es así serán juzgados. Al tiempo.
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