La vida hay que escucharla bien, sin interferencias ni ruidos ajenos, con claridad meridiana y absoluta nitidez (y al volumen que se nos ponga en las ganas). Y para escuchar bien el ritmo de nuestra vida, nada como un magnífico altavoz (o cuatro), por eso hoy repasamos algunos altavoces que hemos conocido en lo que va de año y que nos parecen estupendas opciones para colocarnos en nuestro salón y poner en ellos banda sonora a nuestra vida.
Los hay grandes y portátiles, decorativos y la mar de discretos, son cuatro opciones diferentes e incluso complementarias, ideales para cualquier espacio y para cualquier ocasión porque son cuatro altavoces que suenan de escándalo, así como queremos que suene nuestra vida.
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