El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno pueden hacer la diferencia entre la vida o la muerte de la persona, ya que hasta 70 por ciento de los casos son curables si se atienden a tiempo.
En México sólo existen 135 oncólogos pediatras para los más de cinco mil casos de cáncer infantil que se registran anualmente, y cada año fallecen en promedio 2 mil 300 menores.
El país cuenta con el Programa Nacional de Cáncer en la Infancia y Adolescencia, cuyos principales objetivos son disminuir la mortalidad e incrementar la sobrevida y calidad de vida de los pequeños.
Los tres tipos de cáncer infantil más comunes son: leucemia con 31 por ciento de los casos, con una tasa de supervivencia de 80 por ciento; tumores cerebrales, con 16 por ciento de la carga, y una tasa de supervivencia de 67 por ciento; así como linfoma con 15 por ciento de los casos y una supervivencia de 91 por ciento en Linfoma de Hodkin, y 72 por ciento en Linfoma No Hodkin.
Los principales síntomas de cáncer infantil son: pérdida de apetito, pérdida de peso, palidez, cansancio, sudoración nocturna o excesiva, dolor de cabeza persistente, dolor de huesos y articulaciones.
Además, puntos rojos o moretones sin alguna causa aparente, bolitas en cuello, axilas o ingles y reflejo blanco en la pupila, señaló Biogentec, la división de alta especialidad de Grupo Neolpharma, especialista en tratamientos oncológicos. |