Pocos han olvidado el primer traspiés de Herrera cuando informó que la construcción de la Refinería de Dos Bocas sería retrasada y que los 2 mil 500 millones de dólares que serían destinados en la obra se usarían para incrementar la producción de Petróleos Mexicanos… fue la primera ocasión que López Obrador tuvo que atajarlo y desmentirlo.
El segundo error, mucho más grave, fue cuando abrió la ventana a la discusión de regresar la Tenencia Vehicular y exponerlo ante los legisladores, lo que hizo que no sólo ellos sino todo el país se parara en las pestañas… nuevamente, López Obrador tuvo que atajarlo y desmentirlo.
E incluso realizó un tercer batazo que le pudo haber costado el puesto pero que se lo perdonaron por haber tocado la bola y mandarla de foul ball, cuando dijo que se utilizaría el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios para apoyar a Pemex, cosa que inmediatamente fue desmentido por el ahora titular del ramo, Carlos Urzúa, quien ‘le tapó la boca’ y lo desmintió.
Arturo Herrera, el Subsecretario incómodo, tiene ahora la enorme responsabilidad de toda la política económica en sus manos. No se espera un cambio en la forma en que se ha dirigido al país en los últimos meses. Herrera llega al puesto a acatar las instrucciones de Palacio al pie de la letra. La propia carta de renuncia de Urzúa es reveladora en el sentido que se han tomado decisiones de política pública sin los sustentos necesarios.
Hoy no son pocos los mexicanos que esperan que el cambio sea para bien, aunque en realidad en la SHCP el único cambio que existirá será el de nombres, porque la política económica no cambiará.
@AtticussLicona |