Y lo anterior es tanto corrupción económica como violación de las tendencias internacionales de educaciónen el nivel medio superior.
En primer lugar, huele a corrupción porque se obliga a los alumnos a adquirir los libros a chaleco. No se sabe si su adquisición a nivel global fue licitada y de dónde se obtuvo o se llegó a la conclusión de que su costo casi sea de 500 pesos; cantidad que mermará definitivamente el apoyo que le da bimestralmente el Gobierno Federal a los alumnos.
Además, tal decisión afectará la ya de por sí lastimada economía de las familias de los municipios del estado.
Y, va en contra de las tendencias internacionales de educación en el nivel medio superior, en primer lugar, porque la sustentabilidad hoy nos lleva a la utilización de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (Tic), menos papel y más opciones de búsqueda y de consulta, una visión compleja, diversa y transversal no se logra con la consulta de un autor, sino de varios, un retroceso educativo del que tendría que rendir cuentas el titular de la SEV o en de la SEP en su caso.
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