Viene la renovación de la dirigencia nacional de MORENA y vienen las renovaciones de las dirigencias estatales y la pregunta sigue siendo la misma, ¿Pasarán la prueba del añejo?
Todo parece indicar que el partido MORENA saldrá herido, sólo falta saber de qué tamaño.
En el Senado, por lo pronto, Monreal y Batres ya pusieron la muestra de qué tipo de democracia les acomoda.
En la dirigencia nacional, en plena recta final para definir su renovación de cuadros, su presidente actual Yeidckol Polevnsky ya le prepara a Mario Delgado una convocatoria muy especial para obligarlo a solicitar licencia como diputado.
Por su parte el otro aspirante, Alejandro Rojas Díaz Durán, el otro aspirante y brazo de choque del Senador Ricardo Monreal quien ya dio muestras que busca apoderarse por la buena o por la mala del Partido en el Poder, exige que la Convocatoria sea abierta para todo aquel MORENO que quiera ir por la presidencia.
Y a la propia Yeidckol que también busca la reelección -figura hoy tan de moda y concepto que en sus entrañas ha dejado a su paso violentos signos antidemocráticos- sus opositores le atan las manos y la quieren obligar a que SU convocatoria debe aprobar el Consejo Nacional, antes de publicarse, para que sea democrática e incluyente y no sectaria, excluyente y antidemocrática como acusa Alejandro Rojas Díaz Durán.
La muestra se puede ver tan solo en la forma tan vil como Monreal maniobró para quitar del camino al senador Martí Batres, uno de los personajes más allegados políticamente al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Presidente AMLO se equivocó al pensar que dándole a Monreal la coordinación política de los senadores de su partido y sus aliados, era suficiente para pagarle su factura política. Nada más alejado de la verdad, desde ahí, en tan solo 8 meses, Monreal ha tejido su red en la que ya hizo caer a Batres y ahora va por la cabeza de Yeidckol a través de Rojas Díaz Durán, quien por cierto hace meses hace proselitismo y llena de lodo a MORENA y a su dirigencia, lo que de entrada debería considerarse como una violación a las reglas mínimas de una competencia democrática.
Monreal mide fuerzas con López Obrador y ya ganó el primer round.
Falta ver la respuesta de AMLO, misma que debe llegar antes del lanzamiento mismo de la Convocatoria para la renovación de cuadros en MORENA, pudiendo repetir la elección para la presidencia del Senado y reponerle su silla a Batres.
Pero eso sería una bomba que estallaría en el mero corazón de MORENA y sus gloriosos postulados democráticos.
¿Cuál camino seguirá AMLO? ¿Quitar de en medio a Monreal o dejarlo que siga a sus anchas alentando la insurgencia en nombre de la democracia y a la vez carcomiendo las entrañas de MORENA como un cáncer silencioso?
En cualquiera de los caminos que elija AMLO, Monreal ya representa un serio peligro para MORENA.
@frlicona |