Es tal quizá su comprometedora situación que el pasado viernes, una de ellas le contestó a un viejecito que exigía le fuera surtida su receta lo siguiente: ¡Ya ve, siga votando por Andrés Manuel López Obrador, antes sí había medicinas y mire ahora!, lo cuál tampoco es cierto, pues en materia de medicamentos siempre han habido deficiencias en el surtimiento.
Y como esa respuesta le dio resultado, pues el viejecito dejó de pelear, se dio vuelta y dejó su espacio para que otros siguieran escuchando lo mismo: ¡Hasta el 8 de noviembre!
Esa es la situación real que viven los derechohabientes del ISSSTE. Lo demás que se diga es pura demagogia.
Y es que aunque usted no lo crea. La Clínica del ISSSTE en San Bruno hace muchos, pero muchos meses que no tiene director. El lugar lo ocupa una doctora grosera y adicta a mentir que antes ocupaba el cargo de subdirectora de la Clínica. La carga de los médicos especialistas es enorme, tantos que el servicio que pueden prestar es por decirlo de algún modo, deficiente. Acaban de quitar de su cargo al Jefe de farmacias, una persona que atendía y resolvía en cambio quien llegó, no se le encuentra por ningún lado. Su oficina permanece cerrada la mayor parte del tiempo.
Esa es la realidad, los derechohabientes del ISSSTE han quedado a la deriva. Sin delegado, sin medicamentos, sin director. El caos completo, pero de verdad si quiere protestar por todo ello, sin duda le contestarán, hágalo pero:
¡Hasta el 8 de noviembre!
Servidos señores derechohabientes. |