Tanto por su rapidez y devastación, como por su profundo impacto en el tiempo, México incrementará en 2020 su deuda pública federal en 800 mil millones de pesos, según la SHCP, habiéndose programado originalmente un costo financiero del orden de 500 mil millones.
¡Se equivoca Hacienda una vez más!
Una prórroga parcial, un período de gracia, una menor tasa, antes de llegar al default, como argentina, sería lo lógico.
No más deuda sin ton ni son, si ya sabemos a dónde terminaremos. No hay flujo, por lo que no habrá dinero, salvo que se busquen alternativas de financiamiento, para el presupuesto y la actividad económica.
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Ese es el quid del problema. En economía el problema del financiamiento era tema de estudio. Después se olvidó, porque sobró dinero que el mercado proveyó para la reproducción del capital financiero. El mundo y los gobiernos se sintieron ricos. Hoy, con más deuda y más necesidades, se pagará caro el abuso y la negligencia. Se debe lo que nunca se imaginó y las penurias se sentarán con nosotros a la mesa.
No lo olvidaremos pronto.
(Esta es una perla de Joan Rega, colaborador especial para términos económicos de Política al Día)
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