Hoy mismo, en el marco de la desesperanza nacional, la opinión pública coincide en que el principal enemigo del Peje es el Peje.
Los sueños de opio de hace 15 meses donde se colocó al lado de Juárez, Madero y Cárdenas se fueron al carajo al padecer más de 130 millones de mexicanos una crisis política, social y económica no vista desde la insurgencia armada de principios el siglo pasado.
La crisis sanitaria, como los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, trajo desgracias conjuntas donde penden serias amenazas sobre la república luego que cinco entidades del norte y occidente del país –Sonora, Coahuila, Baja California, Nuevo León y Jalisco- advierten con romper el Pacto Federal con la Federación.
El acuerdo surgió en Saltillo en el marco de la reunión en que los gobernadores de Nuevo León, el independiente Jaime Rodríguez; el de Coahuila, el priista Manuel Riquelme y el de Tamaulipas, el panista Francisco García Cabeza de Vaca, así como el de Jalisco Enrique Alfaro, demandan la revisión del Pacto Federal.
El punto es que Nuevo León recibe 17 centavos por cada peso, mientras Coahuila 16 centavos, Tamaulipas 32 y a Jalisco le regresan 30 centavos por cada peso que aporta vía impuestos.
Ello desató una escalada especulativa en la cual se ha dejado correr la versión de que cada entidad arriba citada se proclamaría como república independiente o en anexión a Estados Unidos, como en la época de Santa Anna cuando se nos arrebató más de la mitad del territorio.
Al movimiento separatista de la república de los cinco del norte se sumarían 6 entidades más dejando a la república mexicana como un país con menor extensión que Centroamérica.
No se sabe si la ruptura con los empresarios manifiesta en una “carta privada” al presidente López Obrador de parte del Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, por no atender su exigencia de violentar la ley, sea el inicio de una escalda estatista.
Salazar Lomelín le sostuvo por escrito al presidente de la república que no violentaría la ley por ayudarle a cobrar 150 mil millones de impuestos que deben 20 empresarios al SAT.
Mientras el crimen organizado ya se fue por la libre después de tanto apapacho presidencial al retornar la criminalidad por todos los rincones del país (el pasado domingo se registraron 105 homicidios dolosos) y asumir el “Cartel del Golfo” el papel de papa gobierno repartiendo en pueblos y ciudades despensas y dinero para aliviar las angustias ciudadanas, a grado tal que AMLO ha advertido de manera coloquial “¡bájenle!”, porque eso “¡Calienta!”.
En realidad las calenturas de López Obrador poco importan a los Carteles.
El Chapo, su familia y su mamá también, siguen operando y controlando lo que el gobierno de la 4T no puede. Es el crimen organizado a quienes les vale madre la admonición del Peje quien casi de rodillas les pide “tenerle amor a la vida” y a “cuidar la vida de los demás”.
Con sorna se afirma que los capos de los carteles se doblan de risa ante una eventual propuesta de AMLO de entregar al hijo de El Chapo, Ovidio, la Secretaría del Bienestar.
Y lo del petróleo.
Rocío Nahle no fue el burro que aprendió a tocar la flauta, es la responsable de haber paralizado al país al tomar decisiones, que si bien fueron ordenadas por su jefe, resultaron mal negociadas.
Eso de pretender jugar a las vencidas en el máximo foro petrolero del mundo, la OPEP, y encima asegurar que fue aplaudida por los jeques árabes, es una farsa que no solo habrá de costarle la gubernatura de Veracruz, sino que deja en grave estado de inanición a la república ya que de moverse, justamente hace un año, el precio del barril de petróleo en un rango de 65 dólares por barril, ayer cayó a 2. 37 dólares.
Con ello, el derrumbe.
La economía, de acuerdo al FMI habrá de desplomarse un 6.6% que en buen romance quiere decir que por cada punto del PIB vamos a perder un millón 40 mil empleos. De hecho, entre marzo y abril –en el escenario del coronavirus- se perdieron 350 mil empleos formales.
Todo ello sin contar el desplome del comercio, el turismo bajo cero y la productividad con el signo de ¡Quédate en casa!..
A ello se suma el hambre que galopa entre amplios sectores de la población y que ya se empiezan a sentir al regresar el trueque. En avenida Central, en el municipio de Ecatepec, adultos y niños ofrecen los regalos que dan en las Ferias a automovilistas y peatones a cambio de agua o comida.
Así de grave están las cosas.
Ese es el escenario que gobierna Andrés Manuel López Obrador quien ha visto descender su popularidad casi 50 puntos más lo que se sume ahora que en las siguientes dos semanas empiece el conteo de decesos por el coronavirus.
Triste nuestra calavera.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |