López Obrador, además, comentó esta mañana “Ya tenemos la siguiente etapa que viene creciendo… se va a actuar en Puebla, en Veracruz, que son las ciudades y los Estados en donde los especialistas consideran que vienen más casos”.
Pero ¿Por qué la molestia de los veracruzanos?
Porque en Veracruz no ha existido la solidaridad necesaria ni se atendió el llamado de quedarse en casa. Y la molestia no es precisamente con aquellos que por necesidad deben ir a sus trabajos o negocios, sino por aquellos que salen a lucirse, a sentarse en lugares públicos a tomar café por ejemplo, como si en realidad la pandemia y los peligros del contagio no fueran una realidad. La molestia es con aquellos inconscientes que se forman en largas filas sin respetar la sana distancia para comprar una pizza. La molestia es con aquellos que siguen yendo a visitar a sus amigos. La molestia es con aquellos que tienen trabajos no esenciales y siguen saliendo a abrirlos clandestinamente sin preocuparse por sus padres que sí se cuidan y que al regresar de la calle los pueden contagiar. La molestia es con los que no piensan más que en ellos mismos y que por su culpa se seguirán perdiendo empleos, se seguirá poniendo en riesgo a la población y se seguirá perdiendo valioso tiempo.
Imágenes de cómo las personas pierden el tiempo en lugares públicos hay muchas. Todos los días circulan fotografías de gente en los cafés, en los parques, en fiestas y reuniones.
Aquí mucho tienen que ver los propios habitantes, pero también los dueños de los negocios no esenciales y la propia autoridad que lo permite.
Aquí tiene mucho que ver que no se estén tomando medidas más estrictas como en otros estados donde se ha domado el coronavirus con éxito como Nuevo León o Jalisco, estados que en su momento fueron criticados por López-Gatell por sus medidas pero que hoy son tomados como ejemplo.
Ni modo, a seguir encerrados. ¡Gracias! ¡Gracias inconscientes! ¿Les enviamos un lechero, unas canillas, o algo para que sientan orgullosos? |