Moraleja: no digas mentiras, porque el día que cuentes la verdad, nadie te creerá.
Lo anterior es un fragmento de la fábula de Esopo “Pedro y el lobo”, y viene a cuento por la reiterada amenaza, por parte del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, a los jueces (representantes de otro Poder y, por lo tanto, merecedores del respeto del Ejecutivo) de que habrá de actuar en su contra cuando compruebe que se coluden con el crimen.
En los últimos días del mes de enero del presente año, Cuitláhuac García amagó: “los jueces que liberen a priori a delincuentes que ameriten cárcel preventiva y les cambien medidas cautelares para otorgarles un beneficio, serán indagados”.
En esa ocasión anunció que habría coordinación con la Fiscalía Anticorrupción y con “la autoridad competente” en el Poder Judicial para sancionar a juzgadores.
“Uno de los temas fue cómo impedir que jueces actúen en complicidad con los acusados de delitos que pueden ameritar cárcel preventiva y salgan libres, sin aplicarles el rigor de la ley”, dijo.
Un par de meses después, el 23 de marzo, el gobernador volvió a arremeter contra los representantes del Poder Judicial del Estado.
Luego de encabezar la mesa de seguridad, Cuitláhuac García informó en sus redes sociales que se había acordado “investigar la actuación de una juez en el sur”.
Aunque no dio más detalles, se supo que se refería a la juez Janet Pérez Caro, quien absolvió a cuatro presuntos integrantes de una banda de secuestradores detenidos en marzo del 2018 en Coatzacoalcos.
Los liberados habían sido acusados de secuestrar a una estudiante de 16 años y cobrar un rescate, pero que, además, se habrían negado a liberar a la víctima, hasta que fue rescatada mediante un operativo policiaco, que dejó como saldo la captura de los cuatro sujetos.
En esta ocasión, una vez más como consecuencia de los acuerdos tomados durante la mesa de seguridad, Cuitláhuac García informó que fue convocado el Comité Interinstitucional de Consolidación del nuevo Sistema de Justicia Penal para revisar la actuación de una juez que liberó a un presunto delincuente y que ahora es señalado de cometer un asesinato.
“Analizamos la actuación de una jueza del sur, pues en un homicidio de ayer se presume la participación de presuntos delincuentes que había liberado”, explicó el gobernador en sus redes sociales.
Es de suponer que si hace tanto ruido mediático para lanzar la amenaza, en caso de que ya hubiera habido sanciones contra esos juzgadores, también lo habría comunicado. Pero no, hasta la fecha no se sabe que el Poder Judicial haya tomado medidas disciplinarias en contra de los jueces a los que ha señalado el gobernador.
¿Será que, como en la fábula de “Pedro y el lobo”, Cuitláhuac García esté lanzando amenazas sin el ánimo de hacerlas realidad?
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