Dramático video subió a las redes sociales Sergio Miguel Gómez Dorantes, pediatra oncólogo que presta sus servicios en el Hospital General del Puerto de Veracruz.
Valiente a tope al dar a conocer su identificación oficial, explica en qué área del hospital trabaja. No es un video anónimo ni nada por el estilo.
Impactante, en todos los sentidos, el dolor de su rostro. El enojo reprimido de ver cómo por falta de medicamentos adecuados se han muerto en sus manos varios niños con cáncer sin poder hacer nada, pues en el Hospital no recibe -a pesar de hacer hasta lo imposible por tenerlos- los medicamentos adecuados para salvarles la vida.
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Con profesionalismo, vergüenza e impotencia lanza un enérgico llamado a las autoridades de salud del Estado y de la Federación a quienes -se asegura- no les interesa el dolor humano que están causando, se hagan a un lado, ya que él, sus demás compañeros pediatras oncólogos y la dirección del Hospital harán lo que sea necesario para poder adquirir los medicamentos que irresponsablemente les han dejado de surtir como es su obligación.
Con inusual valor de servidor público, acusa que ya se han cerrado los hospitales de Poza Rica, Río Blanco y Coatzacoalcos, y para colmo el ‘CECAN’ cuenta con una lista de espera de 30 pacientes y allí, dice, se siguen recibiendo pacientes, “sigo haciendo diagnósticos, y diagnósticos, pero sin nada a la mano para ir más allá”.
El Doctor Sergio Miguel Gómez Dorantes, acusa y se pregunta: ¿Cómo voy a manejar a los niños con cáncer? Si ya cerraron Poza Rica, Rio Blanco, Coatzacoalcos, el CECAN tiene una lista de espera de 30 pacientes y yo sigo recibiendo pacientes, sigo haciendo diagnósticos… nos hace falta Inmunogenotipo, tengo más de 5 meses sin recibir un solo estudio de Sesver… No tengo Inmunohistoquímica, los papás son los que están pagando eso con sus propios recursos… Yo los estos pagando…”
Si este clamor no es escuchado por el Secretario de Salud de Veracruz, doctor Roberto Ramos Alor, y le pone remedio de inmediato, quizá ya sea tiempo de que escriba en un papel su renuncia y deje de estorbar, pues por lo que se dice, carece de sensibilidad humana y lo que es peor se ha convertido en cómplice de la Federación al callar que ésta no les surte los medicamentos que durante 6 meses no se han surtido. ‘Llevamos 6 meses sin recibir quimioterapias’ de las que tanto se clama en el Hospital General del Puerto de Veracruz.
Además, Roberto Ramos Alor le debe una explicación a Veracruz del porqué cerraron el área en Poza Rica, Río Blanco y Coatzacoalcos.
Desesperado, el Doctor Sergio Miguel Gómez Dorantes apunta que “Si Xalapa no suelta la lana no hay nada qué podamos hacer”… Y comprometido con su profesión afirma que ‘si no pueden nosotros sí podemos’. Y seguro que lo van a hacer y con toda seguridad van a contar con el apoyo de la sociedad, pero sería bueno que las autoridades de Salud estatal y Federal aceptaran que para ellos es más importante dar dinero a los ‘ninis’ que salvar a los niños con cáncer, como Sergio Miguel Gómez Dorantes lo afirma con total franqueza.
Y que no digan que se trata de un tema de partidos, ni que los medios, porque este sábado han sido muchos los que han abordado el tema y exhibido el video que el doctor grabó en su recámara, fuera de su sitio de trabajo y fuera de horario de trabajo pues lo hizo a las 4 de la madrugada. Quizá por el insomnio que lo debe atormentar, mientras que sus superiores estatales y federales quizá duerman tranquilos con financiar con miles de millones de pasos a los partidos políticos, a los ‘ninis’ o más allá como señala el doctor con total irritación en proyectos como el Tren Maya y otros más, mientras los niños se están muriendo de cáncer y en las manos de todos aquellos apóstoles de la medicina que tienen que dar la cara a los padres y familiares de los niños que cada día y cada noche mueren de cáncer.
Cabe preguntar ¿Qué esperan los señores representantes populares par llamar a cuentas a Roberto Ramos Alor y exigirle la renuncia y quizá hasta tramitar que le sea retirada su licencia de Doctor? O ya cuando menos, que lo llamen para que dé las explicaciones conducentes. |