De ser cierto lo declarado por el diputado Magdaleno Rosales Torres (aunque lo haya dicho en medio de su desfachatez y cinismo y de manera trompicada) echaría por tierra el trabajo de la Contraloría General y el de las contralorías internas de cada dependencia, pues el diputado confesó que no solo él, sino muchos otros diputados y funcionarios del Gobierno del Estado tienen metidos en las nóminas a familiares.
Es decir: ¿Qué hacen los auditores de la Contralora? ¿A qué se dedican? Tal vez a no gran cosa, pues en su momento taparon con investigaciones a modo los nepotismos exhibidos en la Secretaría del Trabajo y de Salud... y eso que fueron exhibidos mediáticamente, ahora imagínese Usted los que son ignorados.
Los señalamientos del diputado exhiben de cuerpo entero su estulticia, cinismo y desfachatez, pero no por eso deberían ser olvidados y menos ninguneados, so pena de comprobar que la Contraloría General del Estado y la carabina de Ambrosio son exactamente lo mismo.
Es justificado pedir que con un gramo de vergüenza por fin la Contraloría dé resultados o si no pueden o no quieren, que le den el espacio a quienes sí quieran responder a la confianza del Gobernador e investigar a fondo esos señalamientos de corrupción y el nepotismo que, sin ambages, inocencia y total cinismo ha denunciado el diputado Rosales Torres.
Los abusos están expuestos y lo importante es ¿Qué van a hacer en el Congreso? Pues no basta con que Maleno despida a su hijo que tiene en nómina con 15 mil pesos mensuales y puesto de chofer.
Y lo importante también es ¿Qué va a hacer en la Contraloría ante los señalamientos del diputado alrededor del Ejecutivo? Porque la salida fácil es decir que el diputado trae tema político y echarle la carrocería encima, pero eso no quitaría la sombra de lo que hoy señala. |