Quizá no hubieran sido necesarias las reformas pero las circunstancias obligaron a poner por encima de la soberanía nacional, la seguridad del país, el combate a la corrupción, el contrabando y la entrada de armas de forma ilegal, las drogas en los puertos, es decir, todo un complejo sistema corrupción que no terminará por decreto y que la Marina deberá enfrentar a cómo le toque como han afirmado.
Tan infiltrado están las fuerzas extrañas al país en los Puertos que toda una legión de Marinos mercantes protestan por militarización de puertos en Veracruz por obvias razones. Aunque a decir verdad la verdadera lucha no se va a librar en los Puertos sino afuera, donde se encuentran los verdaderos intereses negros que utilizan los Puertos en su beneficio.
La lucha apenas empieza.
El principal argumento de la oposición es que la Constitución establece que en tiempos de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan estricta conexión con la disciplina militar.
La pregunta es: ¿En realidad hay paz en el país?
Por cierto el Senador veracruzano Ricardo Ahued Bardauil no se presentó a la votación, seguramente la reciente caída que sufrió no fue algo sencillo ni pasajero como se esperaba. Desde aquí se le desea pronto restablecimiento.
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