Es el caso del exalcalde de Altotonga y exdiputado local Carlos Morales Guevara, que hoy reclama unidad al tiempo que la desestima y marca líneas a la dirigencia estatal para ‘dejar atrás la simulación, la falta de democracia interna y la lejanía de la militancia’. ¡Glup!
“Se debe predicar con el ejemplo y llamar a todos los priistas que han tenido un cargo de representación popular como exalcaldes, exdiputados locales y todos aquellos que con su experiencia puedan sumar al partido”, advierte.
Es claro que entre esos grupos de priistas hay gente muy valiosa, pero también los hay que no lo son tanto.
¡Imagínese cuánta osadía! Cualquiera se puede ir con la finta de que el llamado de Carlos es sincero, pero no, sus declaraciones responden a que en la región de Altotonga han surgido nuevas alternativas con gente más joven que él y que como ‘cacique’ marginó, les negó oportunidades y utilizó para subir peldaños personales en la política.
Y es ahora, cuando otros jóvenes retomaron la bandera que él dejó en el suelo y permitió que otras fuerzas políticas desplazaran al priismo en la región, es ahora que levanta la voz en su contra y culpa a la dirigencia estatal de sus errores políticos personales.
Carlos Morales Guevara debería entender que en el nuevo esquema político a él le toca sumarse e impulsar la nueva sangre con su experiencia como en otras regiones del estado ya lo hacen muchos ex por los que hoy él asegura hablar y que no han esperado ni exigen ser llamados.
Si Carlos Morales no se suma a los nuevos tiempos en los que su partido defiende y reafirma la iniciativa de que 1 de cada 3 Candidatos deben ser jóvenes, se quedará chiflando en la loma.
La generación que ahora defiende Carlos Morales no quiso ver a los jóvenes, quienes les hubieran dado mejores resultados políticos que los que obtuvieron en el 2018. Los dinosaurios ya no están para andar exigiendo posiciones, sino para aportar a su partido la experiencia ganada gracias a las bases. Son otros tiempos, tiempos jóvenes y de sangre nueva. |