Raúl Arias Lovillo y Uriel Flores Aguayo, los dos lo hicieron a través del resumidero informativo que son las redes sociales. A través de sus cuentas personales -desde donde no se puede negar nada- proclamaron su amor, su xalapeñismo y ser conocedores de las carencias de Xalapa.
Una diferencia entre los dos autodestapes: Raúl Arias Lovillo, ex rector de medio cachete de la Universidad Veracruzana, se ha puesto a las órdenes de los partidos políticos de cuya decisión depende que le dejen construir una plataforma ciudadana para tener un gobierno con capacidad, honestidad y verdadera equidad de género.
Quizá algunos ciudadanos o algunos partidos necesitados de una figura como él vean atractivo su ofrecimiento, pero los que lo conocieron como Rector de la UV quizá no tanto pues su gestión gris, también fue producto de dudas razonables en cuanto a los atributos que ahora esgrime como su carta de presentación.
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Ahora es muy pero muy raro que el doctor en economía condicione su candidatura a que los partidos políticos le permitan construir una plataforma ciudadana, ¿Pues qué no lanzarse como candidato ciudadano es una decisión personal? Así como también personal ha sido su decisión de filtrar su excelente relación que tiene con el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.
En cambio, el otro autodestapado, Uriel Flores Aguayo, ex diputado federal y local, y exfuncionario con Miguel Ángel Yunes Linares, él sí se fue de frente, no le pide permiso a los partidos políticos para construir una plataforma ciudadana; se aventó solo y anunció que se registrará como candidato independiente a la presidencia municipal ante el OPLE.
Sin embargo, en su misma cuenta de Facebook, entre los muchos comentarios de simpatía que ha recibido, destacan algunos en los que se le pide reflexionar bien su aspiración, pues ya en una ocasión fue apoyado por la Alianza PAN-PRD como candidato a diputado local por Xalapa y perdió muy feo.
Es decir, popular, popular, lo que se dice muy popular… Uriel Flores no lo es; de serlo, júrelo que ya se estarían disputando por ahí los de la Coalición PRI-PAN-PRD para lanzarlo como su candidato, pero cómo quizá estos dos partidos ya calaron su grado de penetración y popularidad entre los xalapeños ni siquiera han recordado su existencia y aprovechando sus deseos de ser alcalde de la capital veracruzana. Aun así, no lo descarten, pues combativo y mediático como es, tal vez le resulte atractivo a algún otro partido nacional o de los nuevos estatales al menos para darles votos y no perder sus registros. |