En Xalapa, por ejemplo, a quien este sábado se le vio loco de contento y desempolvando lonas y gorras de campañas pasadas, fue a Carlos Aceves, quien pretende una posición por Xalapa.
Ni bien Marlon Ramírez y Sergio Cadena anunciaban la enorme posibilidad de que la alianza quedara en el olvido en el ámbito local, él ya había subido a sus redes sociales imágenes alusivas a la chiquialianza PRI-PRD y se lanzó a las colonias a repartir juguetes.
Carlos Aceves es un buen cuadro, joven serio y preparado, pero en una posible minialianza PRI-PRD no tendría mayor posibilidad en la Capital.
Su mejor escenario estaría sin duda en una coalición completa con el PAN, en donde no iría a la cabeza pero bien podría ir colocado en alguna de las primeras regidurías y ahí sí, chance se cuela. De otra forma se quedará fuera de cualquier opción.
En fin, como bien dicen, la esperanza muere a lo último y mientras tenga su vela encendida se vale soñar… pues de hecho los grandes éxitos nacen de los sueños.
Lo que sí es innegable es que mientras unos se muerden las uñas por la posibilidad de quedarse sin coalición (como los Yunes en Veracruz Puerto), otros ven en la desgracia ajena, su enorme posibilidad. |