A Doña Olga difícilmente le sacan notas amarillistas de ocho.

A no pocos reporteros de la fuente de Presidencia les parece incómodo hacerle preguntas a Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación puesto que a diferencia del Presidente López Obrador es tan clara, directa y puntual en sus respuestas que no les da oportunidad para especulaciones.

Doña Olga es precisa y al mismo tiempo cortés con los reporteros, responde todo pero no más allá como quisieran los reporteros, pero sobre todo los opositores a la 4T.

Por ejemplo esta mañana Doña Olga fue puntual al señalar que el Estado no pretende crear ningún monopolio con la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica ni se dejará fuera a la iniciativa privada, lo que se hace como en cualquier materia a la que al Estado le corresponda ser rector, se regularizará su participación. 

¿De cuándo acá la Rectoría del Estado se le había calificado como un monopolio’.  Es decir, ‘chicos’ se les acabó el relajito.

Y, cuando los reporteros la cuestionaron sobre la detención del exgobernador de Puebla, Mario Marín, no hubo la respuesta política que todos esperaban, simplemente dijo que ‘se tiene que entrar en esta dinámica de ir en contra de la impunidad y pidió que se lleve a cabo un proceso justo y se defienda a la mujer en caso de violencia de género’.

Sobre el uso del cubrebocas, se alineó a la política del presidente y explicó que ninguna medida ha sido aplicada coercitivamente.

Celebró el plan migratorio presentado por el presidente Joe Biden y dijo que llegó a su culminación el programa de “Quédate en México”, confió en que las relaciones van a cambiar entre ambos países.

Y sobre el regreso del presidente a la conferencia del próximo lunes no se anduvo por las ramas y simplemente contestó seria pero respetuosa: “no sé qué dirán sus médicos” y dijo que mañana estará ella en representación del Ejecutivo para conmemorar el aniversario de la Constitución en Querétaro.