Según reportó el diario ‘South China Morning Post’, la mujer tuvo un tropiezo y fue al médico por una lesión en el tobillo, por lo que fue sometida a rayos X.
Para su sorpresa, los exámenes revelaron algo más allá de su esguince: tiene el cromosoma Y masculino.
‘Pingping’ (seudónimo para proteger su identidad) nunca había tenido la menstruación, pero no sospechó nada, pues sus órganos externos son femeninos.
Al respecto, declaró: “Cuando era joven, mi madre me llevó al médico. Él dijo que me estaba desarrollando sexualmente más lento que las demás, y que podría tener mi período en unos pocos años".
El mismo medio informó que Pingping está casada y, de hecho, buscaba quedar en embarazo. Lo que resultaba imposible por su condición, pues no tiene ni útero ni ovarios.
Las sospechas de los médicos apuntan a que los padres de la mujer tenían un parentesco cercano y, por esa razón, se presentó el desorden genético.
Crestomatía: La Prensa gráfica. |