A Itzel la conocí en persona y la traté apenas en días pasados. Debo decir que me causó la mejor impresión y que apunta a ser una actora política rescatable para lo que viene en 2024.
No tiene mayor experiencia política puesto que hasta ahora se había dedicado solo a su especialidad: la de abogada litigante. Pero aprende rápido. Y le sobra entrega y decisión. Está bastante preparada, aborda cualquier tema como mucha solvencia y se conduce con la mayor sencillez, sin hacer alarde de nada.
Ni siquiera presume ser nieta del reconocido muralista y fotógrafo mexicano Carlos Jurado, el creador de la licenciatura en Fotografía de la Universidad Veracruzana (UV), casa de estudios en la que ocupó diversos cargos de dirección, e hija de otra institución, Carmen Ortiz Dorantes, muchos años directora de los Talleres Libres de Arte en la UV, académica especializada en diseño gráfico.
Itzel tiene también un currículum académico significativo. Entre otras cosas es pionera, promotora y agente activo de la justicia alternativa y de la cultura de la paz y fue fundadora del primer Centro Privado de Justicia Alternativa en Veracruz acreditado por el Poder Judicial.
Mi impresión es que su partido la ha dejado sola, pero ella ha asumido muy en serio su candidatura. Ya habrá ocasión para evaluar su trabajo al final de la contienda.
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