Sin embargo, llama la atención que ante los socios de la CMIC desfilen siempre los candidatos a los puestos de elección popular, que ellos se dedican a escucharlos y de paso a pedir que la obra pública se quede entre los xalapeños… es decir, entre ellos.
Pero, ¿Dónde estaban esos mismos constructores cuando las ocurrencias estaban siendo construidas? Se encontraban callados y sin alzar la voz, se encontraban dominados por las dádivas y las obras que recibían de los gobiernos.
Los constructores deberían convertirse de vez en vez, en portavoces de la sociedad y alzar la voz cuando la obra no esté siendo realizada adecuadamente, y no sólo cuando se la den a los foráneos.
En fin, por el momento los integrantes de la CMIC agradecieron la disposición del “Chocolate” y reconocieron el enfoque ciudadano en su plataforma política mediante el Proyecto Xalapa, pero ojalá vayan más allá y también sean censuradores en los momentos de apremio. |