La estructura se mueve y se utiliza en el día D, en el día de la elección. Son miles y miles de simpatizantes que entregan un día de descanso y se van a meter a una casilla electoral para defender los votos… porque créalo, los votos se defienden allí, evitando que sean mal contados, revisando que no metan cachirules, confirmando que lo asentado en actas corresponda con lo real y muchas funciones más.
Sin esa estructura los partidos políticos están ciegos y solo pueden esperar que no les metan gol.
Por eso, el que Morena haya demostrado que cuenta con una estructura vigente con amplia participación de sus militantes y simpatizantes, abona en la consolidación de un partido que ya no es nuevo y que en poco tiempo ha logrado cimentarse con uno de los gigantes de la política mexicana.
En Veracruz, por ejemplo, MORENA tuvo representantes de casilla en casi el 92%, que se traducen en miles de personas. El PRI y el PAN, por ejemplo, sólo tuvieron representación en el 79 y el 75%, respectivamente.
De ese tamaño es la estructura de MORENA, la cual, por cierto estuvo a cargo en esta ocasión del Secretario de Organización, Yair Ademar Domínguez Vázquez, un joven político que además está enlistado en la cuarta posición como diputado plurinominal para el siguiente Congreso de Veracruz.
En MORENA se van cayendo mitos, uno de ellos es que no tiene Estructura y otro, que no tiene cuadros… allí están, sólo que no se conocían.
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