Sin embargo, ¿Qué tanto hay de cierto en lo que afuera se dice y se proyecta como una lucha a muerte entre las tribus de MORENA? Se han dibujado mediáticamente intereses políticos irreconciliables entre las fuerzas de los equipos más cercanos a Rocío Nahle, actual titular de la SENER; las del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez; y las del delegado federal en Veracruz de la Secretaría de Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
Incluso pareciera notorio que esos grupos de poder ya traen sus ojos puestos y encartados al titular de la Secretaría de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos; al delegado de Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara; al titular de la SEV, Zenyazen Escobar García; al actual diputado local y presidente de la JUCOPO, Juan Javier Gómez Cazarín; al titular de la SEFIPLAN, José Lima Franco; y por fuera del riel -es decir sin el aparente apoyo de los grupos políticos antes mencionados- a Ricardo Ahued Bardahuil.
Eso es lo que se ve desde afuera, o lo que algunos quieren ver y lo que simplemente otros quieren que se vea.
Sin embargo, desde adentro de MORENA las cosas nos la pintan muy diferente. En plática con quien esto escribe, el diputado Juan Javier Gómez Cazarín, diputado presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, comentó que aplicar el método tradicional de los tiempos priistas al análisis político de la sucesión en Veracruz es improcedente, pues eso ha quedado atrás. Es decir, los gallos que antes se mencionaron -aunque muy en su interior deben suspirar- mantienen la cabeza fría y muy bien metida y firme la idea de quien tiene mano para la sucesión en Veracruz es Rocío Nahle, a quien AMLO incluyó entre los presidenciables.
“Estoy consciente de mi posición. A título personal haré lo que tenga que hacer para que MORENA y la Cuarta Transformación se consoliden en Veracruz y le demos al Estado lo que nos hemos comprometido’, comentó Juan Javier Gómez Cazarín.
Lo más importante de ese comentario de Gómez Cazarín es que los demás encartados seguramente están pensando de la misma manera que Juan Javier Gómez Cazarín. Y es que como él mismo pregunta retóricamente, “Si finalmente Rocío Nahle no fuera la presidenciable, ¿Qué sería?”… la respuesta obvia es que sería “gobernable”, ¿No lo cree?
Y no lo dude, una vez que aquí en Veracruz haya una decisión, por más que desde afuera le quieran vender lo contrario… adentro de MORENA todos jalarán parejo y si va Nahle (o el que vaya) la apoyarían para ganar la gubernatura y consolidar al partido en una búsqueda de la trascendencia política no solo para estar 6, sino, 12, 18, 24 o los años para los que les alcance.
Juan Javier Gómez Cazarín recalca que lo que se dice y se ve desde afuera es muy respetable, pero que adentro están mucho más unidos y comprometidos en torno al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez y al del presidente Andrés Manuel López Obrador, de lo que muchos quieren hacer creer.
Así que no se calienten garnachas, que la manteca aún está fría.
@frlicona |