Y es que se sabe que Rogelio Franco aún no ha aclarado todas las cuentas pendientes que dejó en la SEGOB durante su efímero paso por ésta en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.
Hay confusión y división en las filas perredistas pues no todos están convencidos de que la estrategia de su defensa sea la mejor del mundo, sobre todo porque parece que quisieran ganar el litigio en los medios de comunicación y no en los argumentos jurídicos.
Claro, tampoco abona mucho que su abogado defensor, Jesús Velázquez Flores, ya ande más ocupado en su nueva chamba de diputado federal que en defender a su cliente y amigo del alma. Dicen que a Velázquez Flores se le ve muy, pero muy a gusto en la curul 500 de la Cámara de Diputados, en contraposición con la nada cómoda cama que usa Rogelio.
Claro, Jesús Velázquez Flores defiende su postura y asegura que lo han dejado solo, pero la verdad es que entre peras y manzanas, lo que menos se ve es que Rogelio Franco pueda salir pronto de prisión.
Así las cosas en el PRD de Veracruz, en donde la tensión está más espesa que el chocolate.
Canillazos para los militantes del PRD (los que aún quedan) pues no saben si para enero seguirán llamándose igual y si lo mejor es seguir señalando un linchamiento judicial a perredistas o ponerse a trabajar en lo jurídico. |