2.- Los policías ministeriales sí cometieron abusos sexuales y torturaron a July “N”. Las pruebas médicas así lo presumen.
3.- Las pruebas que motivaron la detención de July son inconsistentes y fuera de lugar.
4.- La Fiscalía no cuenta con pruebas sólidas como para mantener a July en prisión como tampoco las tuvo cuando solicitó a un juez la orden de aprehensión en su detención.
5.- Los tatuajes de July podrían ser la clave de que la Fiscalía General del Estado detuvo a la persona equivocada.
Todo lo anterior como conclusión de lo que expone aquí Raymundo Jiménez García en su columna “Al pie de la Letra”, por lo que hoy que se vence el término para que la Fiscal Verónica Hernández Giadáns pueda demostrar que su palabra vale más que lo asentado en el protocolo de Estambul en el que se “determinó que sí hubo tortura por parte de los policías”.
¿Tendrá algún as bajo la manga Verónica Hernández Giadáns? Porque de no ser así, menudo lío en el que se ha metido.
Pase y entérese de los detalles que avalan el comentario de Raymundo Jiménez en su columna completa aquí. |