Con el cambio de administración y la entrada de la Cuarta Transformeishion, se fue descubriendo todo. Se puede decir que hubo una resistencia fuerte, pero era inevitable que iba a haber cambios en un órgano desconcentrado clave de la administración estatal.
Los primeros en huir de la escena buscando escapar y esconderse de la justicia fueron los consejeros Yolli “N” y Rubén Mendoza, mientras que el otro consejero Arturo Mariscal permaneció un tiempo, pero al final se tuvo que ir.
Con todas las irregularidades detectadas, se pusieron las denuncias correspondientes y quien finalmente cayó en la cárcel fue la consejera presidenta Yolli “N”, quien sigue su proceso judicial en el Hospital Civil de Xalapa por supuestos problemas de salud.
Es curioso, pero dicen que mientras Yolli “N” convalecía, sus familiares más cercanos andaban presumiendo en redes sociales diversos viajes al extranjero. Seguramente no estaban tan preocupados por la salud de la ex comisionada.
Pero el asunto no para ahí.
Recientemente el IVAI tuvo conflictos internos derivados de la salida de la consejera Magda Zayas, quien solo estuvo un año como comisionada, pero buscó por todos lados el apadrinamiento político para seguir en el cargo, creando problemas innecesarios para el funcionamiento del organismo.
Finalmente tuvo que admitir que su período, tal como lo estipulaba la ley, terminaba y tenía que ceder su lugar. De ahí, se volvieron a retomar trabajos pendientes que ahora indican otras señales de presuntas irregularidades.
Han sido varios los cambios en el IVAI, pues no solo tuvieron que buscar oficinas nuevas, sino que también han estado sacando muchos rezagos en expedientes que quedaron sin resolver desde el consejo anterior y que también, de alguna manera, se retrasaron por los conflictos internos del IVAI originados por la comisionada saliente.
Con todo lo anterior, ahora se sabe que a los tres ex comisionados del IVAI, Rubén Mendoza, Arturo Mariscal y Yolli (N) se les viene la noche, pues ya existen nuevas denuncias penales en su contra, aunque los detalles de las mismas no han sido revelados.
Hay que esperar a conocer de qué se les estaría acusando y entonces se verá si les alcanzan los argumentos a los oportunistas profesionales para seguir exigiendo la liberación de Yolli (N) , pues nada más falta que le prendan veladoras y le quemen incienso, con eso de que —para variar— ahora resulta que es llamada “presa política”.
Ya se quisiera ver a esos paladines de la justicia si andan tan prestos para defender a los ex funcionarios públicos con el argumento de que son presos políticos.
Esta historia —dicen— todavía tiene mucha tela para cortar… ¡Aaay weeeeey!
@pablojair |