Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, exgobernador de Campeche y líder nacional del PRI, utilizó su influencia política y poder para triangular dinero a través de la compra y venta de inmuebles con el objetivo de no dejar rastro en sus declaraciones patrimoniales ni ante la autoridad fiscal.
Una investigación en expedientes del Registro Público de la Propiedad (RPPyC) y del Instituto de Información Estadística, Geográfica y Catastral (Infocam) de Campeche revela que a abril de 2022 “Alito” Moreno, su hermano Emigdio Gabriel Moreno Cárdenas, su madre Yolanda Mercedes Cárdenas Montero y Juan José Salazar Ferrer -identificado como su arquitecto de cabecera- son propietarios de 35 casas y terrenos en el estado.
Cuatro propiedades cedidas por Alejandro Moreno a su mamá Yolanda Cárdenas fueron aseguradas por la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de la Fiscalía General de la República (FGR) el 18 de diciembre de 2019, como parte de una carpeta de investigación que se inició contra el exgobernador en la que se le imputó haber cometido enriquecimiento ilícito; así lo establecen boletas de historiales registrales de los inmuebles. No obstante, en septiembre de 2019, se cancelaron esas retenciones y las propiedades volvieron al poder del líder priista.
Alejandro adquirió varios de esos inmuebles a precio preferencial. En algunos, los metros cuadrados tuvieron un monto menor a un peso; luego las cedió a sus cercanos con el objetivo de que las vendieran en cantidades millonarias y así obtener liquidez para realizar otras operaciones.
Además, Moreno se hizo de otras propiedades en el municipio de Champotón, mismas que también cedió a su madre, Yolanda, y por cuyos metros cuadrados pagó 33 centavos, de acuerdo con la escritura pública 530 con fecha del 19 de junio de 2015.