Hay quienes piensan que con el raspado del concreto hubiera sido suficiente, finalmente, no resultaba incómodo para los automovilistas transitar sobre el concreto raspado.
Otros opinan que el asfalto, al ser un compuesto flexible, debe ir colocado sobre una capa flexible, que sería en este caso la base hidráulica, y no el concreto.
Además, hay quienes opinan que el problema inicial (los baches) volvería a la vuelta de la esquina y que se tendría nuevamente una carretera llena de hoyos.
Aun así, hay quienes dan el beneficio de la duda pues afirman que la efectividad de la solución dependerá del diseño, calidad y espesor de la carpeta.
Lo cierto es que en la mesa los ingenieros no se ponían de acuerdo, pero la mayoría estuvo de acuerdo en que la solución es muy cuestionable pues el asfalto y el concreto hidráulico trabajan mecánicamente diferente, se contraen y dilatan con diferentes deltas, por lo que se estima que con los años, las juntas del concreto se van a transmitir al asfalto que está en la parte superior.
La verdadera solución hubiera sido reconstruir la carretera con un buen concreto hidráulico, aunque esa opción era la más cara.
Así que los canillazos duros se los dedican hoy los ingenieros a Elio Hernández, quien podría quedar muy mal con la opinión pública si esta solución no dura. |