ACTUALMENTE, Claudia Sheinbaum, jefa del gobierno de la ciudad de México, se mueve en dos escenarios políticos que ya son altamente peligrosos para los momentos cruciales de la vida política que ambiciona en el futuro.
Por un lado, dentro de la propia ciudad de México, ya no tiene muchos adeptos. Su presencia sigue dependiendo de las buenas acciones que pudiera ofrecer a los habitantes de la gran urbe, como del capricho presidencial de hacerla candidata a la Presidencia de la República, condiciones que ni en el propio partido de Morena parece ser la solución para mantener el poder nacional.
En el escenario político de la ciudad de México, no hay, aunque se busque afanosamente, el consenso necesario para hacerla candidata, entendiendo que los militantes de Morena, lo que quieren y desean, es que su partido, siga siendo el de las mayorías, cuestión que pareciera, cada día que pasa, ser inalcanzable, porque se sigue insistiendo que Morena, vive y vivirá mientras López Obrador, se encuentre vivo y coleando políticamente. Lo demás solo serán ecos de esta cuarta transformación que persistirá, pero sin la fortaleza política que necesita.
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A nivel nacional, donde las cosas se ven más lejanas y por separado de lo que pudiera estar sucediendo en la propia ciudad de México, tampoco se ve conjunción de acuerdos en favor de la corcholata preferida, porque, en principio, pocos la conocen y pocos saben de su trayectoria política, que, cuentan los que saben, ni tiene sustento alguno, salvo el que le da el propio presidente, que, sin duda, sigue encaprichado con hacerla candidata, aún sabiendo que no es la preferida del pueblo mexicano.
Estos dos escenarios políticos, hacen difícil el camino político para Claudia Sheinbaum, que cierto es, mantiene la preferencia del presidente, ya sea por cuestiones familiares que la ligan directamente con quien manda a nivel nacional, pero que no tienen resonancia entre la ciudadanía de este país.
Si Claudia, es elegida candidata, como se supone, hasta ahora, que así será, Morena ya tendrá perdida, en principio, en un cincuenta por ciento la elección, lo que sería muy difícil recuperar en una campaña política que aun con el sello presidencial, no sería suficiente para ganar las elecciones del dos mil veinticuatro.
En los dos escenarios políticos, Claudia, tiene muchos obstáculos que superar.
(DE LA COLUMNA "LÍNEA POLÍTICA)
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