Falta de definiciones en el conteo de los votos, en el origen y destino del dinero, puntos de transparencia. Es un proceso no para que los ciudadanos voten, sino para aquellos que puedan movilizar a los ciudadanos, entre otros muchas deficiencias del método.
Es un método que beneficia a los partidos, que le cerró las puertas a los ciudadanos y que no será una consulta abierta sino hacia los que hayan podido ser empadronados por los aspirantes en su afán de cumplir con el requisito de su registro.
La pregunta es, cuántos más de los aspirantes se bajarán del proceso. Es claro que son muchos más los aspirantes del PAN, PRI y PRD que no confian en sus dirigentes nacionales y tampoco en la oligarquía que solo busca regresar al poder.
Al final, la sociedad civil terminará votando por el controvertido exgobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca, por Santiago Creel o por Xóchitl Gálvez, es decir, ningún miembro de la sociedad civil.
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