Así, el que se vote parejo en la boleta será importantísimo para las aspiraciones de gobierno y no será rentable para nadie pedir el voto diferenciado. Lo anterior porque es muy común que en las elecciones los operadores den la instrucción de que para Presidente o Gobernador se vote a favor de alguien, pero que en los Congresos o alcaldías ya se vote por cualquiera.
Lo que puede suceder en Jalisco es un caso sintomático del voto diferenciado.
Allí, de acuerdo a la última encuesta de El Reforma, Pablo Lemus, de Movimiento Ciudadano, apretadamente pero podría ganar la gubernatura con el 50% de la intención del voto; le seguiría Claudia Delgadillo con el 42%; y en último lugar quedaría Laura Haro con el 8%.
Sin embargo, lo que llama la atención es la intención del voto presidencial en ese Estado. Allí, Claudia Sheinbaum arrasaría con el 69% de la intención del voto; le seguiría de forma muy lejana Xóchitl Gálvez con el 23%; y en un lejanísimo tercer lugar quedaría Jorge Álvarez Máynez con el 8%.
Así, es claro que la votación para Gobernador y la Presidencial, tendrán un voto diferenciado y curiosamente aunque el candidato a Gobernador podría ganar, el candidato presidencial de ese mismo partido, ni siquiera pinta.
Habrá que ver qué pasa finalmente en Jalisco y en Nuevo León, Estados que gobierna actualmente el Movimiento Ciudadano por lo que se esperaría que el Álvarez Máynez allí levante. Y también será interesante el resultado en los otros Estados con elección gubernamental, en donde el voto diferenciado puede ser el último clavo al ataúd de algunos suspirantes. |