La noticia bomba de la mañana de este lunes 27 de mayo, fue que Alejandra del Moral, excandidata de la coalición del PRI, PAN y PRD, al gobierno del Estado de México, renunció al PRI y se sumó a la campaña de Claudia Sheinbaum.
No se podrá decir que la noticia bomba de la política nacional vaya a romper récords en las redes sociales, pero sí que pondrá a pensar a más de cuatro. Sobre todo a los priistas de corazón, que han tenido que tragar sapos con tener un líder tan impresentable como ‘Alito’. Pero no precisamente por eso por ser un político impresentable, sino porque en menos de lo que un gallo cantó, destruyó al partido desde adentro.
Es decir, Alejandra del Moral no se fue del PRI porque se acuse a Alito de haberse robado de las arcas públicas de Campeche, se va, dijo en una carta que difundió en sus redes sociales, porque “Dentro del PRI se ha dejado a un lado el diálogo para privilegiar las decisiones basadas en la sumisión al dirigente Alejandro Moreno Cárdenas”.
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Es decir, a los priistas y demás militantes de otros partidos no les molesta que sean corruptos, lo que les molesta es que no reparten.
Lo mismo que reclama Alejandra del Moral es lo mismo que dijeron en su momento otros cientos de priistas que renunciaron al PRI de Alito. Exsenadores, exdiputados federales, exgobernadores, personajes como Miguel Ángel Osorio Chong, Eruviel Ávila, Alejandro Murat, Jorge Carlos Ramírez Marín, Nuvia Mayorga, Adrián Ruvalcaba, por mencionar solo algunos referentes priistas, han renunciado al partido.
Alejandra del Moral se aviva al renunciar al PRI seis días antes de la elección, y más por incorporarse a la campaña de quien se perfila como la próxima presidenta del país.
Eso sí, lo que no se le podrá echar en cara a Alejandra del Moral, es que después de perder la gubernatura del Estado de México, ella sí renunció a ser incluida en la lista de candidatos a diputados federales por la vía plurinominal… no como muchos otros priistas que locos de contentos acapararon los primeros lugares en las listas pluris.
Alejandra quizá no le aporte votos a Claudia Sheinbaum, pero sí hará pensar a muchos priistas que a lo mejor todos los que renunciaron antes al PRI pueden tener algo de razón. |