Y es que las cuentas, situación y resultados del manejo financiero de Veracruz han sido sistemáticamente evaluados y calificados, no localmente ni con números y cifras maquilladas sino por organismos internacionales especializados.
Para no ir más lejos, el último reporte a la fecha, la calificadora Moody’s mejoró ayer la perspectiva de la calificación crediticia de Veracruz de A-, a una deseable situación estable positiva.
Y, esto que hoy se maneja como noticia de ocho en medios locales y nacionales, quizá no debería verse como tal, pues desde los primeros reportes internacionales las calificaciones a Veracruz, siempre fue en creciendo y mejorando sistemáticamente.
Un gran paso que la calificadora resalta el fortalecimiento en la liquidez de las finanzas de la entidad, los sólidos balances operativos y una creciente recaudación de ingresos propios, en lo que la calificadora reconoce como producto de una política de socialización recaudatoria exitosa.
Cierto, las mejoras no son producto de la casualidad, se reconoce al interior de SEFIPLAN y el propio Lima Franco, si no del compromiso y la constancia en el querer ser congruentes y cumplir con los veracruzanos por casi seis años de gestión eficaz y uso responsable de los recursos bajo la administración del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
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