Javier Corral, quien apenas a los 11 años editó un periódico que le mereció ser premiado con un Premio Nacional de Periodismo en la Casa Blanca, es abogado reconocido con mención honorífica y luego de incursionar en el PAN -hasta noviembre del año pasado cuando renunció- llegó a gobernador de su estado Chihuahua.
Como panista se le conocía en los cafés como el panista más perredista que “Los Chuchos”, pero hoy su espíritu político aventurero lo llevó a los brazos de MORENA.
Los cargos que se le imputan en Chihuahua son por peculado y corrupción.
Irónicamente, ahora que se ha refugiado en MORENA es claro que lo que busca es la protección política para evitar la cárcel.
¿Y ahora cómo explicará el encargado de la Fiscalía de la CDMX haberse convertido en cómplice de un presunto delincuente? Evitó la orden de un juez. ¿Así iniciará el gobierno de Sheinbaum, protegiendo delincuentes? En la foto se puede ver al exgobernador de Chihuahua desesperado llamando por celular. ¿A quién? Ni modo que haya sido a Donald Trump.
Es obvio que el encargado de la Fiscalía de la CDMX cometió un delito, pues en su jurisdicción no estaba facultado para impedir que se cumpliera una orden de un juez que pidio el arresto del exgobernador de Chihuahua.
Habrá que ver si el gobierno de Claudia Sheinbaum inicia con el pie izquierdo con este caso, pues hace apenas un mes, la presidenta electa declaró que junto con Javier Corral presentarán en breve un “Plan Anticorrupción”.
Seguro que será un gran Plan, sobre todo por la experiencia de Corral para saquear las arcas públicas y cómo evitar la cárcel. |