Y sin embargo, Orizaba lo es.
Recibe miles de turistas al año y se queda con una derrama económica importante. Es un lugar de ensueño en el que se disfruta todo, desde un paseo caminando junto al río, hasta un descenso en tobogán por la montaña.
Pero nada de eso estaba, no fue un obsequio de la naturaleza.
En Orizaba se lo imaginaron, lo impulsaron y lo hicieron posible. Lo que hoy tienen es producto de una fuerte amalgama: la disposición de las autoridades y el orgullo orizabeño.
Sintetizar Orizaba en un texto sería imposible. Necesita Usted vivirlo para que la alegría y la tranquilidad se le infiltren en los huesos.
¿Qué tiene Orizaba que lo hace especial? Mil y un proyectos aterrizados en favor del pueblo. Y uno de ellos, por cierto, se presentó este jueves por todo lo alto.
El programa “Regreso a casa”, implementado por el DIF Municipal a cargo de Hugo Chahín Kuri, es el epítome de la calidez y amor por los orizabeños.
Cierta tarde lluviosa en la Pluviosilla, autoridades del DIF Municipal encontraron en la calle a una persona de la tercera edad. Empapado, tiritando de frío, con los cenagosos ojos derramando lágrimas que rodaban por sus flacas mejillas y que terminaban confundidas con el agua de la lluvia, el anciano en mención buscaba ayuda. No recordaba su nombre, su edad, dónde vivía, ni cuánto tiempo había deambulado.
Era una persona con problemas asociados a la pérdida de memoria que, en la indefensión total, se convirtió en un niño inerme que ansiaba volver a casa.
Hugo Chahín y el personal del DIF, dieron vueltas por las calles de la ciudad por horas, preguntando de boca en boca mientras otros buscaban información en redes sociales e internet esperando noticias de sus familiares. Esa historia tuvo un final feliz, pero Hugo Chahín durante esas horas pensó en lo que estaría sufriendo el hombre y en la desesperación de la familia.
De ese episodio nació la idea del programa “Regreso a casa”.
¿Cómo ayudar a ese sector de la sociedad tan vulnerable? La solución fue asignar una pulsera a los cuidados adultos mayores con problemas a la pérdida de memoria, la cual contiene, encriptada, la información vital de esa persona. Datos de contacto, domicilio, nombre, edad, problemas de salud previos, en fin, toda la información necesaria para que, en caso de necesidad, ya sea la policía o el personal del DIF, mediante un App exclusiva, puedan ayudarlo. Por supuesto, es una pulsera a prueba de agua, cómoda y hasta bonita.
¿Cuántos adultos mayores hay en Orizaba con ese tipo de problemas de memoria? ¡Qué importa! Aunque fuera uno solo sería suficiente para justificar la inversión. Piense cuánto valdría para usted que algún ser querido pudiera regresar a casa.
Los usos de una pulsera de este tipo podrían ser incluso mucho mayores y ser extendidos a otros sectores poblaciones… porque tampoco se está inventando el hilo negro. Podría usted afirmar que hay Apps que geolocalizan y tendría usted razón, pero una persona con esas características, ¿Podría manipular un celular y resolver su problema, suponiendo que sale de casa con él aparato?
Viéndolo en perspectiva, en este programa no hay desarrollo de tecnología, y una vez que se presenta se cae en la cuenta que no es algo del otro mundo. Son de esas soluciones que hacen que nos demos un manazo en la frente exclamando, ¡Pero claaaaaaro!... Y aun así, el DIF de Orizaba es el único en los 212 municipios de Veracruz que lo ha implementado.
Se necesita imaginación, visión, talento, entrega, compromiso, y un sin número de cualidades más para ocupar un puesto y que al final, cuando sea la hora de dejarlo, la ciudadanía te recuerde. Los que hoy están laborando en la Pluviosilla, seguro lo serán.
De Orizaba hay mucho, muchísimo que comentar y escribir y como mencioné, sería imposible decirlo en un solo texto.
Sin embargo, se puede resumir en el slogan de la ciudad: “Sonríe, estás en Orizaba”.
@AtticussLicona
(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA") |