Sin duda, ayer en San Lázaro, la instalación de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación tuvo la mayor relevancia, que se reflejó con la presencia del presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal; del presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna, y del auditor superior de la Federación, David Colmenares Páramo.
Si bien el hecho es de alcance nacional, no dejó de tener jiribilla política por cuanto a Veracruz se refiere, ya que el presidente de la comisión es Javier Herrera Borunda, veracruzano con raíces en la cuenca del Papaloapan (Nopaltepec), de donde es nativo su padre, el exgobernador Fidel Herrera Beltrán.
Me llamó la atención la cortesía política de Sergio, veracruzano también, de Minatitlán, quien dijo que era “un gusto” acompañar a Javier y expresó su seguridad de que desempeñará el encargo con gran responsabilidad, “asegurando la correcta fiscalización y vigilancia de los recursos públicos”.
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Pero me llamó también la atención la cortesía que le corrió Herrera Borunda al senador Manuel Huerta, a quien invitó como veracruzano. El exdelegado de Bienestar en Veracruz expresó su satisfacción de que además de Javier, otro veracruzano, Carlos Robles Saldaña, forme parte de la comisión como secretario técnico.
Me llamó la atención todo lo anterior porque si bien esto apenas comienza, de cara al relevo sexenal en 2030, Javier, Sergio y Manuel llenan el perfil y están en lugares privilegiados en el altiplano, en la mejor plataforma política de lanzamiento para aspirar a suceder a Rocío Nahle, si bien uno por el PVEM, del que es secretario de Organización, y los otros dos por Morena, partido del cual Gutiérrez Luna es representante ante el INE.
E invitó también a Delia
Otro detalle fue la invitación que corrió Javier Herrera Borunda a la auditora general del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) de Veracruz, Delia González Cobos, veracruzana, de Lerdo de Tejada.
La maestra aprovechó para celebrar que la rendición de cuentas transite, en breve, hacia la digitalización, con herramientas como la Inteligencia Artificial y el blockchange, lo que fortalecerá la transparencia y agilidad en los procesos de fiscalización, dijo.
O sea, el diputado del Verde aprovechó bien su acto y no descuidó ningún detalle sobre a quienes de sus paisanos debía tener presentes, porque tengan que ver con su comisión, o por su relevancia política.
Monreal, viejo amigo de Fidel Herrera Beltrán
Un ingrediente adicional fue la presencia de Monreal, un viejo amigo político de Fidel Herrera, ambos priistas en sus orígenes, aunque el zacatecano después brincó al PRD y más tarde a Morena, de tal forma que ayer, en el mismo nivel legislativo, de todos modos, Ricardo tuteló al cachorro hijo de su amigo de andanzas políticas, ahora afectado en su salud.
Y en ese mejunje político cabe un componente más: José Manuel del Río Virgen, senador suplente veracruzano, de Movimiento Ciudadano, compadre de Monreal, a quien le opera encargos políticos especiales, y también brother de Sergio, una trinca que seguramente, en tanto llega la hora decisiva en 2030, meterá el hombro a Javier para que salga avante en su responsabilidad.
Herrera Borunda se maneja con discreción, pero algunos verdes veracruzanos han dicho al columnista que pretende hacer y tener más presencia en el estado, para lo cual, cuando el tiempo se lo permita, recorrerá el territorio estatal, además para fortalecer a su partido, que está por renovar su dirigencia.
De que Javier tiene apuntado su corazoncito hacia Veracruz habla el hecho de que en lugar de dirigirse a los mexicanos en general para anunciarles la instalación de la comisión, lo hizo solo hacia sus “paisanos” y vistió el acto con la presencia y actuación de un arpero y un par de bailarines jarochos, La Bamba política futurista, pues. “¡Ay arriba y arriba / Y arriba y arriba, arriba iré…!”
Sobre la instalación de la comisión, Herrera Borunda dijo que era “el engranaje que hace funcionar al sistema nacional de fiscalización”, de ese tamaño es el paquete que tiene ahora en sus manos.
(DE LA COLUMNA "PROSA APRISA")
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