En los cafés de la capital veracruzana, los sabios bebedores del mejor aromático del mundo se desayunaron con el primer toque mediático nacional que le cayó en la cara, al nuevo titular de la Secretaría de Finanzas en la muy leída columna de Darío Celis Estrada que se publica en el Heraldo de México y en la que destaca lo siguiente:
“A unos días de ser nombrado el flamante titular de la Secretaría de Finanzas de Veracruz. Miguel Reyes Hernández, ya causó estragos a sus compañeros secretarios y secretarías de gobierno de Rocío Nahle. En su afán de meter manos en todo y ejercer su poder, está tratando de colar a su gente a los equipos de sus colegas, provocando fricción y molestias que ya fueron trasmitidas a la gobernadora. Los cercanos a Nahle están sorprendidos porque esperaban más camaradería del poblano, que parece poco agradecido de que lo hayan rescatado en el estado de Veracruz después de su pésimo y oscuro desempeño en la CFE”.
Lo más seguro es que Miguel Reyes Hernández haya tratado de imitar que antes hacían en los gobiernos del PRIAN; que, desde Finanzas, claro, con la complacencia del gobernante en turno, colocaban a sus cuates al mando de las Unidades Administrativas en las demás dependencias como el modus vivendi para ordeñar los presupuestos de sus programas sin miramiento alguno. Aunque a decir verdad en varios casos sucedió también en el gobierno anterior, ya que se insiste en los cafés que así operó un poderoso subsecretario que para variar fue premiado con una diputación federal.
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Así que esta nota nacional podría ayudar a la gobernadora para checar hasta dónde sea cierto el comentario de Darío Celis y poner en orden al nuevo titular de Finanzas Miguel Reyes pues siempre será mejor actuar a tiempo para que las papayas podridas no contagien a las demás.
Y pues sabiendo cómo es la señora gobernadora muchos están seguros de que la llamada nacional no le pasará desapercibida y que al menos un serio jalón de orejas se llevará el mencionado funcionario, quién debía ser el que ponga el ejemplo del respeto que se les debe dar a sus compañeros del gabinete.
Así que por las dudas y con todas las reservas del caso, Don Miguel Reyes se lleva los canillazos de la mañana.
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