Un dato estadístico indica que solo el 52% de los empleados en México recibió aumento el año pasado y el 37% trabaja completamente insatisfecho y sin motivación, solo están sobreviviendo. Pero ojo, incluso en las generaciones hay diferencias, pues la Generación X es la más frustrada, pues solo el 44% está satisfecho con su empleo y sueldo.
Así que el problema no se resume en el ingreso, sino también en el hartazgo, la amargura y la insatisfacción que se padece, la falta de motivación y reconocimiento por la superación personal solo se sobrevive, pero no se vive.
Y ojo, si en la iniciativa privada hay amargura, ¿Se imagina en el sector público? Y es que todo se moderniza menos el aparato burocrático; todo mejora menos los trámites engorrosos en la burocracia; la repetición de actividades obsoletas; las excesivas cargas de trabajo para unos sí y para otros no; y la no actualización y homologación de los cambios en las leyes y el estancamiento de los reglamentos y códigos.
Se paga por estar y cumplir con horarios específicos, pero no se reconoce el desempeño, la efectividad, la eficacia.
La base sindical, por ejemplo, está harta que sus representantes solo vean por su comodidad política y económica, pero no se preocupan ni luchan por puntos fundamentales como los antes mencionados.
Pero volviendo al tema, la acción de la gobernadora Rocío Nahle se ha visto como una luz de que por fin se hayan fijado en ellos, aunque, dijeron, ojalá y ella como ingeniera pueda o quiera modernizar el sistema de atención al pueblo desde las ventanillas, pues ellos son los que sufren el reclamo y el rechazo de la ciudadanía por cuestiones que ellos no pueden modificar.
Lecheros para la gobernadora Rocío Nahle y, ojalá y como dicen los burócratas que esta mañana aceptaron hablar al Xile Xalapeño, la gobernadora meta las manos en la modernización de la organización y los procedimientos administrativos y establezca un nuevo sistema de bonificaciones económicos por el desempeño y la superación personal de sus colaboradores. |