Los problemas grandes en el mundo suelen iniciar con agresivas decisiones unilaterales de algún país, por ello vale la pena darle seguimiento a los rasguños que internacionalmente viene dando el presidente de los Estados Unidos a otros países del orbe, incluyendo a sus aliados comerciales o políticos como México y Canadá.
De todas las ofensas comerciales que Trump dejado en las mesas internacionales la de China es por decirlo así la más peligrosa.
Aparte de esa histórica mala relación que apunta hacia malos momentos mundiales, este sábado, Trump anunció un aumento del 10 % en los aranceles a los productos canadienses como represalia de un anuncio televisivo contra los aranceles, patrocinado por el gobierno de Ontario, Canadá y que citaba al expresidente Ronald Reagan.
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Trump puso fin a las conversaciones comerciales con Canadá, lo que obviamente afectará las negociaciones del T-MEC.
La respuesta del gobierno de Ontario, fue que tal decisión de Trump puede hacer que Canadá dirija sus negociaciones comerciales y diplomáticas con los países agrupados en el BRICS, que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Argentina, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Irán y Etiopía.
Es decir, mientras Trump a cada rato golpea la mesa y a sus aliados, el BRICS cada día crece y aumenta su influencia global hacia un sistema más multipolar y no sería extraño que Canadá y países latinoamericanos como Venezuela y Colombia también busquen cobijo en esa organización, ya que las amenazas de guerra hacia ellos cada día irritan más a sus ciudadanos.
Quizá Trump no se ha percatado que su país ya no es la única opción comercial del mundo, lo malo que ahora sí como se ha dicho tanto: Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los estados Unidos.
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