Dijo Tello que en el año se han tenido más de 250 reuniones con 95 sindicatos, y ha habido más de mil 150 personas beneficiadas por el convenio con escuelas normales y asociación de estudiantes y el convenio de certificación laboral con la Secretaría de Trabajo.
Hubo debate, claro que lo hubo, sobre todo por dar cuenta puntual de la corrupción que por más de 20 años prevaleció en la dependencia, en favor de familiares y amigos de los extitulares.
Tello reconoció el rezago educativo que enfrenta el sector educativo cuando le fue cuestionado el tema, pero también señaló los avances. No le sacó al bulto y respondió con precisión sobre el tema caliente de la UPAV e informó que ya se había denunciado la falsificación de su firma en documentos oficiales y, con la frente en alto, valiente como es, acusó la existencia de “mucha corrupción” en esa institución, lo que ya se investiga. Es obvio que haya resistencias a los cambios, como la hay en otros aspectos del proceso educativo, como por ejemplo los descuentos a maestros que no han justificado su ausencia en sus frentes de trabajo.
Pero la comparecencia se dio con respeto, sin gritos ni sombrerazos y menos amenazas y teatro futurista, como los ha habido en anteriores comparecencias.
Llamó la atención que mientras la titular enumeraba los avances de la gestión del gobierno actual en materia educativa, daba la impresión de ser una comparecencia acumulativa de fin de sexenio y no de un año de trabajo.
Destacable que los casos que señalaron algunos diputados de oposición palidecieron ante el apoyo que afuera del Congreso se dio de parte de algunos sindicatos magisteriales.
Y finalmente, algunos diputados sobre todo de oposición se quejaron del fuerte carácter, ríspido y firme, mostrado por Tello al responder cuestionamientos, sobre todo cuando afirmó que los “chismes y las intrigas” no le importan. |