A la par, la gobernadora Rocío Nahle declaró en entrevista que está trabajando bien con sus colaboradores, pero que “quien no pueda o no quiera, o algo, pues ni modo”.
Y pues sí, con Verónica se dio ese “o algo” y aunque la Fiscalía es autónoma se puede considerar como un cambio en el Gabinete.
Lo que comentan los futurólogos es que habrá más cambios y no faltarán los que digan “ya ven, se los venía diciendo”, como si fuera gran ciencia saber que en todos los gobiernos, los cambios son naturales, necesarios y comunes.
Habrá cambios, por supuesto que habrá cambios, por lo que no hay mérito en decir “se los dije”, el chiste sería atinarle a cuándo se van y, sobre todo, a quienes se van.
Por lo mientras, de los funcionarios que presentó Rocío Nahle el año pasado como su Gabinete Legal, solo uno abandonó el barco.
Dulce María de la Reguera Gómez, quien fue nombrada titular de la Secretaría de Turismo, fue la primera que o no pudo o no quiso, o algo, dejó su puesto.
Apenas le dio tiempo le dio de bailar en el Bule y despedir al Año Viejo, y ni bien había abierto los regalos del día de Reyes, cuando a inicios de año, en un out cantado, dejó la Secretaría y se colocó allí a Igor Rojí.
Los secretarios que han estado más expuestos a la crítica y que han tenido que pasar por el zarzal con sendos raspones, hay varios. Aunque eso no significa que sean los más propensos a ser cambiados.
Claudia Tello Espinosa, al concentrar la mayor cantidad de la nómina y ser la Secretaría de Educación la de mayor politización, ha estado un día sí y el otro también con las oficinas tomadas.
La Secretaría de Salud, tradicionalmente es un foco rojo y Valentín Herrera Alarcón no lo ha hecho mal, pero tampoco ha sido una lumbrera.
Ernesto Pérez Astorga parece estar jugando en un partido de México contra Haití en la década de los 70’s pues se ve lento, aburrido y sin ritmo. La pasó muy mal durante su comparecencia pero pareciera entorpecer, en lugar de ayudar, a un sector que por lo regular camina por sí solo.
Rodrigo Calderón Salas se sacó la rifa del tigre con la SEDARPA, pues la llegada del Gusano Barrenador ha pegado duro a Veracruz.
A Guadalupe Osorno Maldonado le tocó bailar con la más fea, pues si en el sexenio anterior no tuvo grandes reflectores, este año fue exigida al máximo y fue convertida por la opinión pública como la villana favorita. A alguien había que cargarle las culpas de las inundaciones de la zona norte y ni modo, le tocó.
De allí en fuera, los demás Secretarios parecen llevarla más tranquila. Si acaso el de la SIOP tendrá una complicada Navidad pues se le juntó el lavado con el planchado y las obras tendrán que salir pues el presupuesto, ya lo dijo Nahle, se aplicará sí o sí. |