Hasta nuestros días, el caso de Ernestina Ascencio es considerado como un símbolo de la vulnerabilidad de las mujeres indígenas, Soledad Atzompa se encuentra enclavada en la sierra de Zongolica, una de las zonas veracruzanas con más altos índices de marginación.
El caso de Ernestina Ascencio, ha sido emblemático además, debido a la falta de justicia en México en los casos que involucran a fuerzas armadas y justo ahora y luego de que su familia y organizaciones civiles denunciaron que el Estado mexicano no investigó de manera diligente su agresión y muerte ocurridas en 2007 en Soledad Atzompa, Veracruz, el caso de Ernestina fue admitido en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, esto al considerar que México no garantizó una investigación efectiva, ni el acceso a la verdad y la justicia para los familiares.
Posteriormente, el asunto fue elevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que celebró una audiencia pública en la que escuchó a las víctimas, a la Comisión y al Estado mexicano, en ese proceso, el Estado reconoció parcialmente su responsabilidad internacional, principalmente por fallas en la atención médica, la investigación y las garantías judiciales.
La Corte Interamericana luego de procesos y procedimientos larguísimos, concluyó que el Estado mexicano violó múltiples derechos humanos al determinar que Ernestina Ascencio fue víctima de violencia sexual y tortura, que su muerte estuvo relacionada con las agresiones y con la falta de atención médica, que las autoridades actuaron con negligencia y sesgos discriminatorios por género, origen indígena, edad y lengua.
Hoy 17 años después como reparación, la CIDH ordenó reabrir la investigación, sancionar a los responsables, atender integralmente a la familia, reconocer públicamente su responsabilidad y adoptar medidas estructurales en derechos humanos, atención a pueblos indígenas y servicios de salud.
El fallo es histórico, porque desmonta la versión oficial de muerte natural y reconoce la responsabilidad internacional de México, en un caso emblemático de violencia e impunidad contra mujeres indígenas mexicanas.
Es por ello, que hoy exclamo como muchos con indignación ¡Tantita madre! Casos como el de Ernestina Ascencio, no deberían ni siquiera de existir ¡Vaya! Pero que tenga que venir la Corte Interamericana de Derechos Humanos a decirnos cuanta corrupción, impunidad y mierda ¿Porqué no decirlo? Me resulta aún mas lamentable.
Ya la presidenta Sheinbaum ha dicho que la gobernadora Rocío Nahle será quien hará todo lo que esté en sus manos para cumplir con la sentencia, confió en que lo hará no solo por su condición y género, sino porque es un acto de justicia infinita.
Deseo de todo corazón lector, lectora querida, que esta navidad se llene tu casa de alegría y esperanza, que el año que está por llegar esté lleno de abundancia y bienestar y que todos tus anhelos se hagan realidad.
Esta columna entrará en receso necesario hasta pasadas las fiestas, pero eso no significa que no estaré pendiente del acontecer político, nos vemos con los ayuntamientos entrantes.
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(COLUMNA "LA POLÍTICA EN ROSA") |