Como lector de discursos que le elaboran sus amanuenses –los mismos que le han escrito todos los libros de su supuesta autoría–, el ex mandatario veracruzano aparenta ser culto e inteligente además de gozar de buena fama como empresario, la cual construyó por la enorme riqueza que le heredó su padre y por la facilidad que recibió en los negocios durante los regímenes priistas por ser el hijo del ex presidente Miguel Alemán Valdés.
Sin embargo, apenas un mes después de esta Cumbre de Negocios –foro que, dijo, este año tenía la intención de hacer un llamado a desplegar un mayor esfuerzo para avanzar en todos los órdenes de vida– Alemán Velasco y su hijo Miguel Alemán Magnani ya no cuentan con voto en Interjet, la aerolínea que iniciaron en marzo de 2005, cuatro meses después de haber entregado el gobierno de Veracruz, el cual recibió en diciembre de 1998 sin pasivos y entregó el 30 de noviembre de 2004 con una deuda pública de 3 mil 500 millones de pesos.
A partir de ahora, los Alemán sólo quedarán con “cargos honoríficos como fundadores”. En su lugar, el accionista principal Alejandro del Valle preside ya el Consejo de Administración, y Carlos Rello es director general de la aerolínea.
Se espera un relanzamiento de la compañía, la cual suspendió alrededor de 100 vuelos en los últimos cinco días y debía cinco quincenas a sus 5 mil trabajadores
Interjet arrastra desde 2013 el pago de impuestos al Servicio de Administración Tributaria (SAT), también debe a Aeropuertos y Servicios Auxiliares por la tarifa de uso aeroportuario y combustible, y a Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, y al Instituto Nacional de Migración.
Paradójicamente, el junior Alemán Magnani es miembro del “Consejo Asesor Empresarial” del presidente López Obrador. No obstante, en noviembre la Procuraduría Federal del Consumidor emitió la primera alerta sobre la aerolínea porque Interjet acumuló dos periodos de suspensión de vuelos. Y el pasado primero de diciembre, la Profeco volvió a alertar que “esta autoridad considera que existen elementos suficientes para advertir el riesgo inminente de afectación a la economía de una colectividad de consumidores”.
Ello porque, indicó, la aerolínea tiene una “reducción significativa de su flota aérea”, lo que la llevó a suspender rutas y a las cancelaciones recurrentes de sus vuelos.
Además de que a pesar de que se otorgaron miles de vouchers a los consumidores que sufrieron una cancelación de vuelos, no los han podido hacer efectivos ante las nuevas cancelaciones y hay un incumplimiento en el pago de indemnizaciones que equivale al 25 por ciento del precio del boleto.
Y a ello se suma que hay una falta de liquidez para pagar el combustible de los aviones por lo que hay una mínima capacidad operativa.
La crisis en Interjet se profundizó con la pandemia de Covid-19, pero las dificultades financieras de la empresa eran públicas desde 2018 y estallaron el año pasado durante la gestión de William Shaw, quien ahora está por lanzar la aerolínea Ultra Air en Colombia.
La situación de la empresa ya había llevado a los arrendadores de la flota a recuperar sus aviones y en abril la Asociación Internacional de Transporte Aéreo suspendió a la aerolínea de la cámara de compensación debido a la falta de pago. Interjet dejó de volar al extranjero, pues su salida de este mecanismo le cerró la oportunidad de vender sus boletos en el extranjero.
En julio pasado se anunció una capitalización por 150 millones de dólares impulsada por Alejandro del Valle y Carlos Cabal Peniche, pero el ex banquero salinista anunció oficialmente el mes pasado su retiro del negocio.
La aerolínea asegura que su nuevo presidente, Alejandro del Valle, invertirá 90 por ciento de los 150 millones de dólares anunciados en julio y ese capital será para pagar los compromisos laborales, fiscales y con proveedores de la empresa, compra de aeronaves y una campaña de relanzamiento “para recuperar la confianza de los pasajeros”. Sin embargo, quienes presumen conocer la desastrosa situación financiera de la empresa aérea fundada por los Alemán hace 15 años, aseguran que la capitalización anunciada –que ronda los 3 mil millones de pesos– apenas alcanzaría para pagar poco más de la mitad de los adeudos de Interjet en impuestos y combustible. Aparte los sueldos de los 5 mil trabajadores que reclaman el pago de cinco quincenas. |