Medios paleros de Cuitláhuac García le quieren lavar la cara al inepto gobernador. Lo malo es que se valen de un tema que, antes que limpiarlo, lo empuerca, el nepotismo. Cuitláhuac García es el amo y señor del nepotismo en Veracruz. En primer lugar colocó a su primo hermano Eleazar Guerrero en la subsecretaría de Finanzas. Durante mucho rato el gobernador negó la consanguineidad con Eleazar hasta que Libertad bajo Palabra fue a desenterrar a la abuela para poner en evidencia las mentiras y nepotismo del gobernador. Pero eso no bastó. Poco a poco los familiares de Cuitláhuac García, entes anónimos y desconocidos, fueron apareciendo: Tonatiuh García, como primer damo, está como dueño de la revista Perfiles de Veracruz, la cual recibe hasta 200 mil pesos mensuales de convenio con el gobierno de su hermano; otra, Yoloxóchitl García, opera desde la administración de la Secretaría de Salud; otro hermano, Canek García, trabaja en la administración de Hipólito Rodríguez; en esa misma administración una prima, Sulekey Citlalli, es la encargada de Obras Públicas; el padre, Atanasio García, se ha convertido en el freelance favorito del Colegio de Veracruz, de la SEV y de RTV; Dorheny García, quien ya fue diputada plurinominal, ahora quiere ser diputada local. Más parientes están insertados en otras dependencias o sencillamente forman parte de los aviadores que ya detectó la Auditoría Superior de la Federación. En serio, busquen otro tema, porque en cuanto a nepotismo en Veracruz, el amo y señor se llama Cuitláhuac García.
Le mientan la madre al presidente. ¿Qué hay atrás de una mentada de madre? A lo mejor los hijos de la chingada somos nosotros
Señala el poeta Octavio Paz que las llamadas malas palabras tienen un poder mágico, son expresiones que nadie dice en público, “solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca”. ¿Qué fue lo que impulsó a los pasajeros de un vuelo, a mentarle la madre al presidente López Obrador? Sigue diciendo Octavio Paz que, al soltar las malas palabras, como una mentada de madre, “rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos”. Las malas palabras en algunos casos laceran, lastiman, ofenden. Por ello, en la película La Generala de Juan Ibáñez, los rebeldes llegan con María Félix y le dicen que se les había acabado el parque (las balas). Entonces la generala les dice: “Pues échenles mentadas, qué también les duelen”. Sobre mandar a alguien a chingar a su madre, Octavio Paz, en El laberinto de la soledad, dice que la chingada es la madre, pero no cualquier madre: “La Chingada es la madre que ha sufrido, es decir, la mujer a la que han chingado”. En los tiempos de la conquista, aquellos hijos que habían nacido como resultado de una violación por parte de los españoles a las indígenas, eran los hijos de la chingada. Analógicamente, mentarle la madre a López Obrador es un sinsentido, sobre todo porque, con su forma de gobierno, quien nos está chingando es él. En todo caso, con esta Cuarta Transformación, los hijos de la chingada somos nosotros.
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No hay generosidad ni cumplimiento en el pago de impuesto atrasados de la UV y otras dependencias; sólo regresan dinero a la federación por esa vía
Ya es imposible ocultar el subejercicio que ejercen los gobiernos morenistas. Un subejercicio que beneficia el presupuesto de la federación para sus programas sociales. Pero ahora, para no verse tan descarados con esa devolución de presupuesto que debería ser para los veracruzanos, el gobierno de Veracruz está devolviendo ese dinero en forma de pago de impuestos atrasados. El periodista Carlos Jesús Rodríguez en su columna “Por si acaso” lo explica puntualmente: “Como el subejercicio ya es muy obvio en los gobiernos morenistas que suelen retornar recursos a la Federación para que AMLO lo use a discreción en sus programas sociales –para los que el dinero oficial ya no alcanza-, tuvieron que idear los pagos de impuestos pendientes que para el caso es lo mismo, ya que ingresan a Hacienda y nadie sabe en que se utilizan, sin embargo, bien pueden destinarse a programas sociales y asunto concluido; es un dinero limpiecito que el Presidente puede usar a discreción, y Gobernadores como García Jiménez quedan bien con los titulares de las instancias ‘rescatadas’ pero, sobre todo con el titular del Ejecutivo Federal, además de que ya no incurre en subejercicios como era obligado en el pasado reciente”. Vaya con los simuladores, como quiera que sea, el dinero del presupuesto que era parta los veracruzanos, se los roban de otra forma.
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