Sin embargo, la fiesta de Palacio se dio como si no hubiera pasado nada.
Discursos, flores, felicitaciones por un acuerdo por la democracia o jalada parecida, que finalmente ni se acordó y solo sirvió para sumar una más a la comedia de desencuentros de la 4T.
En la fiesta cívica salieron a relucir las viandas, los brindis, los saludos a puño cerrado y las fotos triunfalistas, las mentadas de madre a los yunistas y prianista y el ¡Ya la hicimos!
La fiesta siguió. El reporte a México se entregó y, ¡Señoras y señores, cumplimos!
Que si los del PRI no quisieron saber nada de acuerdo alguno; que los del PAN, con el “Chapito”, Joaquín Guzmán, hizo público su abierto rechazo al “Acuerdo Veracruz por la Democracia”; que si el PRD, con su Rogelio preso gracias a la “Ley Garrote”, en voz de Sergio Cadena les grita que son unos abusivos y violadores de la ley, y que si el Movimiento Ciudadano se excusó porque “tenemos cosas más importantes”, pues eso, todo eso, les valió madre.
El chiste era hacer el festejo, la escenografía, la foto, que la fiesta nadie la impidiera. Es más, que se hiciera sin invitados aunque el no acuerdo fuera acuerdo o que fuera el desacuerdo del acuerdo o lo que sea.
El fondo de todo esto festejo escenográfico es que al cumplirse la fecha en que los partidos políticos debieran acudir a Palacio de Gobierno, sus dirigentes declinaron asistir ante la ausencia de capacidad de convocatoria y que el autoritarismo sea el signo de los tiempos.
Vale acotar que por la mañana de ayer emisarios de Joaquín Guzmán, Sergio Cadena y Marlon, llevaron por escrito la declinación partidaria PAN-PRD-PRI a la Oficina del Gobernador donde simplemente les dieron con la puerta en la cara.
Ello no obstó para que hicieran pública su postura.
“Su propuesta se presenta a 75 días de la jornada electoral cuando Veracruz ha tenido que enfrentar dos años de un gobierno soberbio y represor con mecanismos para someternos a quienes no pensamos igual o nos oponemos a sus decisiones”, dice el documento.
Pero eso ni lo leyeron ya que todo estaba listo para la fiesta cívica que finalmente se hizo en los patios de Palacio con todo el protocolo y formalidad que requiere un evento esta vez desairado por quienes están seriamente encabronados y van con todo al relevo.
Asoma, tras este desaire, el fin del gobierno de las ocurrencias.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |