CON EL fracaso de la unidad política que se vino trabajando desde hace muchos meses, decantada, principalmente, por el Partido de Acción Nacional, la lucha política queda, prácticamente definida en Xalapa.

El PRI, finalmente, se concentra en lo suyo y llevará a David Velasco Chedraui, en un intento solitario por lograr la victoria. Morena, ya no queda la menor duda, será representado por Ricardo Ahued Bardahuill, mientras que el PAN, partido político que puso en riesgo, desde el principio, la alianza política, se la jugará con su candidato Sergio Hernández. El PRD, con Cuauhtémoc Velázquez, el que menos posibilidades tiene de ganar la contienda, pero que será, también es cierto, punto de referencia para un posible equilibrio de fuerzas en esta competencia política por la Presidencia Municipal de esta capital veracruzana.

David Velasco Chedraui, quien nunca cedió ante las presiones del PAN, tendrá que poner todo su esfuerzo político para lograr una victoria, dentro de un proceso electoral sumamente apretado, donde los analistas políticos, ponen en duda la capacidad operativa de su equipo y consecuentemente del mismo partido político que lo respalda.

Por lo que corresponde a Ricardo Ahued Bardahuill, hasta este momento es el más favorito, el único que tiene, por decirlo de alguna manera, adelantada la carrera en este propósito político electoral, debido, más que nada, a su propio capital político, el cual aprovecha muy bien el gobierno de la cuarta transformación. El Senador de la República, con licencia, es quien se ha llevado y seguirá llevando la batuta en esta lucha política por Xalapa, por lo que nuevamente se le considera el ganador de la contienda, desde este momento. No hay, sin embargo, nada escrito.

En el caso del PAN, tendrá que demostrar plenamente que su pupilo se encuentra verdaderamente posicionado, como tanto lo han dicho, aunque persiste la duda, por cierto muy grande, de que pueda superar a los dos contendientes más representativos en este momento, es decir, Velasco Chedraui y Ahued Bardahuill. Más bien, según corren versiones, el PAN, se quedará rezagado a una tercera posición político electoral en Xalapa.

Finalmente, Cuauhtémoc Velázquez, arranca, desde ahora y lo sabe muy bien, en cuarta posición.

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CIVILIDAD POLÍTICA, IMPOSIBLE.

AÚN CUANDO SE hacen esfuerzos de última hora para poder calmar el reclamo político en el país y en Veracruz, espacialmente, todo parece indicar que la firma del acuerdo nacional por la democracia, que sí logró López Obrador, reuniendo a casi tos los Gobernadores del país, no tendrá muchos efectos concretos, porque el problema no está en los esfuerzos que puedan hacer los responsables del gobierno en cada entidad, sino las acciones nacionales que se llevan a cabo por quien, supuestamente, manda en el país.

Para que el famoso acuerdo tenga sus efectos positivos, el mismo Presidente de la República, tendría que dejar de provocar el enfrentamiento político. Eso nunca sucederá, porque el mismo mandatario no lo permitirá. Será, prácticamente su voluntad y nada más que su voluntad, la que se imponga durante el proceso electoral, ya que considera que estas elecciones son suyas, como suyas lo fueron en el dos mil dieciocho, aunque las condiciones políticas hayan cambiado.

La civilidad, no será parte, cuando menos en lo que se refiere al Presidente y al partido Morena, en este proceso electoral que ya se encuentra en camino.

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¿Y LAS MAÑANERAS?

DEFINITIVAMENTE, para que no haya intervención del Presidente de la República, en los asuntos relacionados con el proceso electoral que se avecina, el mismo mandatario tendrá que dejar, por el tiempo que sea necesario, de comparecer todas las mañanas en el supuesto ejercicio de información, lo que se estima y muchos lo dan por muy cierto, es que se trata permanentemente de una especie de proselitismo político llevado a su máxima expresión.

Para nadie de los mexicanos, es desconocida esta intención, por lo que si el Presidente de la República, busca que todos los Gobernadores de los Estados, acuerden un pacto de civilidad política en estas elecciones, tendría, por lo menos, que suspender sus famosas mañaneras, que no son otra cosa que un verdadero culto a su personalidad y de paso, seguir incidiendo en la búsqueda del posicionamiento político de su persona y la de su partido, aunque en esta ocasión no pueda salir su fotografía en las boletas electorales.

Es claro que la sumisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ha avalado estas comparecencias ante el reclamo del mismo Instituto Nacional Electoral, perdiéndose toda equidad política en el país.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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