Fieles a la tozudez de su patriarca, las gentes de López Obrador han seguido insistiendo con utilizar las encuestas como una estrategia para desorientar al electorado y hacerle pensar que el partido en el poder tiene las mayores preferencias para los comicios del próximo 6 de junio, en las que serán las elecciones más grandes de nuestra historia, por la cantidad de puestos que estarán en disputa, que son más de 21 mil, entre diputaciones federales, locales gubernaturas y presidencias municipales.

Así, en todas las mediciones “serias e inapelables” que se mandan a hacer de parte del partido en el gobierno, resulta que siempre el Movimiento resulta e partido que tiene más simpatías, y sus candidatos los que van a la cabeza en el ánimo de los electores de todo el país.

     Para las casas encuestadoras no existe, por ejemplo, la animadversión de los xalapeños en contra de su alcalde Hipólito Rodríguez, y así aseguran que los ciudadanos capitalinos saldrán nuevamente a votar mayoritariamente a favor del partido que tanto los ha desilusionado en estos poco más de tres años de una horrenda administración, la peor de la historia.

     Tan es cierta la aversión hacia el alcalde morrenista, que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que intervenir directamente para que el candidato fuera Ricardo Ahued Bardahuil, el único personaje por el que votarían los xalapeños, aunque represente a Morrena.

     De cualquier otro modo, estarían perdidos.

     Como lo están en el Puerto de Veracruz, en donde las encuestadoras han tenido que cucharear de lo lindo sus resultados para hacer parecer que el candidato morrenista, Ricardo Exsome Zapata, tiene alguna posibilidad en contra del trabuco blanquiazul comandado por el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, un impresionante estratega electoral que de ningún modo dejará pasar el triunfo.

     Las encuestas morrenistas afirman que Miguel Ángel Yunes Márquez apenas está .9 por ciento arriba de Exsome (26% contra 25.1%).

     La estrategia oficial también apunta a que el ex alcalde boqueño podría ser bajado de la candidatura por el tribunal electoral -debido a un problema por la residencia-, y en ese caso el PAN echaría mano de la diputada Marijose Gamboa.

Y ahí los cuchareadores se sirven con la cuchara grande y afirman que Exsome está con 25.6% contra 22.8% de la famosa comunicadora porteña. Es decir, poco más de tres puntos porcentuales de diferencia, con lo que supera en esas cuentas alegres con dos décimas el empate técnico.

     Yo no sé qué tan útil pueda ser esa táctica de querer engañar a los ciudadanos, y menos con un electorado tan politizado e inteligente como el porteño.

     A mí se me hace que a los lopezobradoristas se les olvida que Veracruz es otra cosa.

     El 6 de junio lo veremos.

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